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Preparación al parto normal. Parto natural.
Si bien el parto es un proceso natural que permitiría tener en bebé en tu propio domicilio, aproximadamente en un 20% los casos pueden aparecer incidencias o complicaciones imprevisibles. Por ello, por lo general, el parto se suele atender en un hospital o en una clínica.
En el caso de que desees tener el bebé en casa, hay centros que dan este tipo de atención. Suelen ser profesionales serios que valoran las posibilidades de que te atiendan en tu propio domicilio. Si te dan el visto bueno os informaran de cómo trabajan y los pasos a seguir.
Todos los ginecólogos de nuestro grupo atendemos los partos en clínica y nuestro trabajo es en equipo, básicamente con la comadrona, con la que hacemos un tándem perfecto.
Con el fin de que tu parto sea lo más sencillo posible, del que podáis guardar un buen recuerdo, es importante hacer las clases de preparación al parto. En ellas un equipo formado por las comadronas, un fisioterapeuta y un pediatra os informarán para conseguir que llegues al parto bien informada y habiendo aprendido técnicas de respiración y relajación adecuadas para una mejor adaptación de tu organismo para el nacimiento del bebe.
Algunas mamás quieren ser asistidas con un parto totalmente natural o “personalizado”, eligiendo quién te debe atender, condiciones del espacio físico, tratamiento del dolor, decisiones para el periodo expulsivo, material de apoyo, etc. Nosotros apoyamos a la embarazada que así lo desee para que pueda ser atendida por nosotros en estas condiciones. Habla con tu médico para que te explique qué es cada una de estas modalidades y si puede tener un coste adicional.
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Preparando el parto a medida
Desde hace unos años el proceso natural del parto se va adaptando a las necesidades de cada embarazada. En la actualidad la futura mamá puede preparar con el médico y la comadrona el tipo de parto que le gustaría tener. El “diseño” del parto que quieres tener se prepara desde la semana 28 a la 30 y se prepara teniendo en cuenta las necesidades de la embarazada y los intereses de su bebé, cosa que valora y defiende el médico.
Los planteamientos pueden ser diversos y, básicamente los tres siguientes:
1.- la paciente puede solicitar tener un parto totalmente natural, sin anestesia ni calmantes. Que tampoco quiera aplicar enemas, ni sueros, ni la episiotomía profiláctica y que no quieran ningún tipo de intervenciones en el parto como el fórceps u otros instrumentos operatorios.
2.- Las que soliciten directamente que su hijo nazca a través de una cesárea obedeciendo a distintas razones de tipo personal.
3.- En otras ocasiones quieran ciertas medidas a aplicar en su caso concreto: no enema, no romper la bolsa de las aguas, contacto de piel con piel, recoger el bebé en el momento del nacimiento, persona con la cual quiere estar acompañada durante el nacimiento, ser atendido exclusivamente por su propio médico, etc.
En cualquier caso aunque el plan que se establezca para el parto sea uno determinado, es evidente que, si aparecieran razones o imponderables de mucho peso, este esquema se adaptaría a las necesidades del momento con el fin de proteger la integridad de la futura mamá y de su bebé.
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Escuela para mamás
Aunque el parto es un proceso natural que no hace imprescindible ninguna preparación, si te has preparado para tener el bebé, en general, evitarás algunas de las complicaciones o incidencias que pueden surgir durante el parto, facilitarás la buena marcha del mismo y te permitirá tener un mejor recuerdo de esta maravillosa experiencia.
Durante las clases, recibirás la información de qué hacer las últimas semanas del embarazo y de qué herramientas dispondrás para hacerlas más llevaderas. Se te explicará cómo se inicia el parto, de sus diversas etapas, cómo es la del periodo de dilatación o del periodo expulsivo. Podrás elegir el modelo de parto que prefieras, del papel de la epidural, de los tipos de lactancia y como llevar el puerperio y, con la vuelta a casa, de la vida que deberás seguir esos días, y los cuidados que para ti y tu bebé debas seguir.
Durante las clases aprenderás a practicar la respiración durante el parto, los pujos y como preparar el suelo pélvico para facilitar su dilatación para evitar en lo posible el que tengas que tener una episiotomía.
Somos partidarios de la crianza con apego, la lactancia materna y todos aquellos cuidados que conlleven al bienestar de tu bebé y de ti misma.
Podrás, si lo deseas, complementar las clases con sesiones de yoga que son útiles para aquellas mamás que necesiten una preparación extra de tipo físico y mental. El equipo está formado por una comadrona, un fisioterapeuta y un pediatra.
Tras el parto podrás hacer unas sesiones de refuerzo del suelo pélvico para reforzar la musculatura y evitar algunas consecuencias que puede provocar el parto en algunas mamás.
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El día del parto: Asistencia al parto normal. La Episiotomía. ¿Es necesaria?¿Puede evitarse? Riesgos de no hacerla. La anestesia en el parto: Epidural, Raquianestesia o General.
El parto puede empezar de varias maneras:
– Con la aparición de contracciones que tienen un ritmo, que son cada vez más intensas y que cada vez tiene una duración más larga.
– Con la pérdida de líquido por la vulva, como si te hicieras pipí (a veces con muy poca cantidad).
– Con la aparición de un sangrado por la vulva (aunque sea de poca cantidad).
Cuando tengas estos síntomas ponte en contacto con tu comadrona, con tu médico o desplázate directamente a la clínica.
Al llegar a la clínica serás atendida por tu comadrona o, en el caso de que no haya sido avisada y hasta que ella llegue, por el ginecólogo de guardia.
Una vez allí te recogerán los datos clínicos, que constan en la carpeta de tu embarazo, te harán una exploración para comprobar que estas de parto, harán una monitorización del bebé y tomarán tus constantes (tensión arterial, pulso y temperatura). A continuación te darán un camisón y te prepararan poniéndote una vía en una vena por si precisaras medicación endovenosa.
Recordemos que el parto es un proceso natural y que, en principio, el papel de tu comadrona es la de controlar la buena marcha del parto facilitando las etapas del mismo y corrigiendo pequeñas anomalías que en ocasiones pudieran surgir, pero que no precisen la intervención del médico.
En general, el médico está para prevenir o tratar las incidencias del momento del nacimiento, el llamado periodo expulsivo. Su papel, con el de la comadrona es procurar el nacimiento del bebé sin incidencias y, en esa línea, se procura proteger el periné con el fin de evitar la Episiotomía. Pero,
¿cuándo es necesario hacer esta incisión en el periné? Cuando haya un gran riesgo de desgarro de esa zona, bien sea porque el bebé sea muy grande, sea porque la entrada de la vagina es muy estrecha o cuando sea preciso hacer alguna maniobra para ayudar a que nazca el bebé y haya un alto riesgo de desgarro vaginal. Los desgarros de esa zona pueden ser de diferentes tamaños y la finalidad de esa incisión es la de evitar las consecuencias de un desgarro que pueda afectar a diversos órganos de la zona. Eso podría provocarte problemas después del parto.
¿Es necesario ponerte anestesia durante el parto? Si no la necesitas, no. En unos casos, si las molestias del parto son fuertes como para que no lo aguantes, en nuestro país, puedes solicitarla. La técnica que se emplea es la epidural. Se puede poner a partir de una cierta dilatación del útero. En otros casos es el médico quien la indica, sea para facilitar la dilación o cuando tiene que hacer alguna intervención en el parto. Las técnicas que se utilizan son la epidural o, cuando debe hacerse una cesárea, una raquianestesia. Ambas técnicas son parecidas y deberá ser el anestesista el que indique una u otra. Solo en casos especiales en los que esta anestesia esté contraindicada, deberá hacerse una anestesia general. En ocasiones, sobre en los partos sin anestesia, puede estar indicada algún tipo de anestesia local de la zona del periné.
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Incidencias y complicaciones en el parto
Si bien el 80% de los partos evolucionan de forma natural y la asistencia al mismo debería ser solo de ayuda y control, en un 20% de ellos pueden aparecer complicaciones de tipo diverso y de menor o mayor gravedad, que precisan de la ayuda del médico. Por esas razones se sugiere la asistencia en un centro hospitalario y la ayuda del equipo profesional.
Hay dos tipos de problemas: los que puedan significar un riesgo de pérdida del bienestar fetal y los que directamente afecten a la salud de la madre.
Dependiendo del momento del parto en que éstos puedan aparecer, será preciso abreviar el tiempo del parto y ayudar a que el bebé nazca por las vías naturales utilizando alguna de las técnicas que abrevien ese nacimiento. Si el útero no se ha dilatado, podrá ser preciso realizar una cesárea.
¿Cuándo se debe utilizar un Vacuum, las Espátulas o el Fórceps? ¿Cuándo deberá hacerse una cesárea?
Disponemos de cuatro procedimientos para ayudar al nacimiento del bebé: la Ventosa obstétrica (llamado también, el Vacuum), las Espátulas, el Fórceps y la Cesárea.
Los tres primeros se utilizan para favorecer el nacimiento del bebé por vagina. Cada uno tiene sus indicaciones y solo es utilizado por especialistas que dominan la técnica. Estos instrumentos tienen como finalidad el ayudar a la salida del feto.
La Ventosa, generalmente de silicona, es una cazoleta como un gorrito que se adapta a la cabeza del bebé y se adhiere mediante una aspiración controlada. Ayuda a que, los pujos de la madre sean más efectivos facilitando el descenso del feto y su nacimiento.
Las Espátulas son dos palas que se apoyan al hueso de la mejilla del feto, protegiendo el resto de la cabeza y facilitando el nacimiento del bebé.
El Fórceps es un instrumento que ayuda a hacer la rotación y el descenso de la cabeza fetal en la pelvis. Puede ayudar a hacer que el bebé que no se sitúa correctamente en la pelvis, pueda corregir esta posición y permitir el descenso y nacimiento del pequeño.