El puerperio

Después del parto. La lactancia: materna, artificial, mixta.

Una vez ha nacido tu bebé pasarás en tu habitación, donde el personal de la planta de enfermería te hará los controles y las curas adecuadas para una más rápida recuperación. En general y excepto casos muy especiales, ya a las dos horas tendrás que hacer pis y posiblemente te ayudarán porque te levantes y pasees. En los dos o tres días que estés en la clínica se vigila tu estado general, se valora como el útero se contrae, se controlan los puntos, si hay, y se vigilan los pechos tanto si mujeres de mamar como si no.
Hoy en día el bebé se queda a su cuna en la misma habitación de los padres y solo se lo llevan a la nurseria para los controles del pediatra.

Hay varias macetas que se le puede hacer al bebé después del parto, pero hay uno, la prueba del talón, que es imprescindible y que sirve para detectar precozmente enfermedades metabólicas congénitas para prevenir sus consecuencias.
Dentro de la evolución natural de las cosas, cuando una madre ha tenido un hijo, la forma de alimentar el neonato tendría que ser con la leche materna. Ahora bien, no es imprescindible. Cuando hay alguna contraindicación para la lactancia o simplemente cuando la madre no quiere hacerla, se administran unas pastillas para evitar la subida de la leche. En estos casos el pediatra informa del mejor tipo de leche artificial que tendrá que tomar tu bebé.

La propia enfermera de nurseria o la comadrona os dan los consejos para cuidar los pezones y evitar las lesiones de los pezones. Ellas o el ginecólogo informan de cuando hay que utilizar mugroneres o el tipo de protector o xopador del pezón más adecuado.
En algunos casos, el pediatra informa que hay que complementar la lactancia materna con el artificial y da los consejos y las pautas para este tipo de lactancia (lactancia mixta).

Después del parto. La vuelta a casa.

Desde hace unos años el proceso natural del parto se va adaptando a las necesidades de cada embarazada. En la actualidad la futura madre puede preparar con el médico y la comadrona el tipo de parte que le gustaría tener. El “diseño” del parto que quieres tener se prepara desde la semana 28 a la 30 y se prepara teniendo en cuenta las necesidades de la embarazada y los intereses de su bebé, cosa que valora y defiende el médico.

Los planteamientos pueden ser varios y, básicamente los tres siguientes:

  • la paciente puede solicitar tener un parto totalmente natural, sin anestesia ni calmantes. Que tampoco quiera aplicar enemas, ni sueros, ni la episiotomía profiláctica y que no quieran ningún tipo de intervenciones en el parto como el fórceps u otros instrumentos operatorios.
  • Las que soliciten directamente que su hijo nazca a través de una cesárea obedeciendo a diferentes razones de tipo personal.
  • En otras ocasiones quieran ciertas medidas a aplicar en su caso concreto: no enema, no romper la bolsa de las aguas, contacto de piel con piel, recoger el bebé en el momento del nacimiento, persona con la cual quiere estar acompañada durante el nacimiento, ser atendido exclusivamente por su propio médico, etc.

En cualquier caso a pesar de que el plan que se establezca para el parto sea uno determinado, es evidente que, si aparecen razones o imponderables de mucho peso, este esquema se adaptaría a las necesidades del momento para proteger la integridad de la futura madre y de su bebé.

La Cuarentena. La revisión posparto.

Unos días después de salir de la clínica, el médico te aconsejará hacer una visita en su despacho para verificar que todo está correcto, te dará unos consejos del tipo de vida que podrás seguir y te dará cita para la cuarentena.

La visita de la cuarentena se hace entre los 25 y 40 días después del nacimiento del bebé. En ella el médico comprueba que todo haya vuelto a la normalidad. Solo cuando surja algún inconveniente antes de esta fecha, con dolores de tripa intensos, dolores de la herida, pérdidas de sangre más grandes que una regla, fiebre o dolores en un pecho, tendrás que ir de urgencias en el despacho para una visita.

En la visita de la cuarentena se planteará cóm recuperar el tono del suelo pélvico y/o de tu silueta. Se planteará también el método anticonceptivo de vuestra preferencia.

Prevención de defectos congénitos en el bebé con técnicas no invasivas

El “triple Screening“, que determina en un tanto por ciento el índice de probabilidades de riesgo fetal. Este índice se calcula al relacionar la edad de la paciente, los datos de la ecografía de la semana 12 y el resultado de un análisis de sangre específica.

La Criba materna o “Maceta Prenatal No Invasivo”, nuevo procedimiento diagnóstico que, con una fiabilidad de hasta un 99,9%, determina la normalidad de los cromosomas fetales a través de una muestra de sangre de la madre. Hay diferentes modalidades de la criba: el más conciso, en el cual se analizan los cromosomas que están asociados con las malformaciones más frecuentes (como el Síndrome de Down, el de Patau o el de Edwards), y otros más completos con que se estudia un mayor número de cromosomas, de forma que se pueden detectar otras alteraciones conocidas como microdeleccions, causantes de graves problemas en el desarrollo del feto.

El Cariotipo Molecular Prenatal (Hibridación Genómica Comparada: CGH), que es un análisis de sangre que permite detectar alteraciones genéticas que pasan desapercibidas en el cariotipo convencional. Se hace, con esto, un estudio completo del genoma del paciente. Se realiza después de recoger una muestra de la placenta o del líquido amniótico procedente de una biopsia corial o una amniocentesi. Está especialmente indicado en aquellos casos en que se tiene que detectar una enfermedad congénita muy concreta.

Vacunaciones durante el embarazo. Gripe, Tosferina, GGAnti D.

La vacunación de las embarazadas, por enfermedades como la gripe o la tosferina, tienen como finalidad la protección del bebé durante los seis primeros meses de vida del bebé, periodo de tiempo en que el neonato todavía no ha tenido tiempo de hacer anticuerpos siguiendo su calendario de vacunas. No se ha demostrado que se hayan presentado reacciones adversas ni para la madre ni para el feto y se tiene que hacer entre la semana 26 y 37 del embarazo.
Aun así la administración de a vacuna es una decisión personal en que cada pareja ha valorado su equilibrio entre riesgos y beneficios.

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